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Comunicando a los comunicadores

Lo escribió Alberto Asensi |


Quizás, éste no sea un problema que te afecte, es más, ni tan siquiera lo consideras relevante, puesto que tu conducta y hábitos en relación a Internet han aprendido a solucionarlo. Pero esta concepción cambia radicalmente a la postura antagónica cuando trabajas la comunicación, cuando tienes algo que decir, cuando pretendes hacer llegar algo a alguien… es entonces cuando este problema sí tiene interés para ti, ya que en él reside parte del éxito de tu comunicación.

Y es que, aunque parezca mentira, un alto porcentaje de los consumidores habituales de Internet (y los que no son tan habituales), concibe Internet como un medio omnipotente, que todo lo puede (o mejor dicho que todo lo tiene). Internet, pero sobre todo Google (como “materialización” de tal omnipotencia), se integra en una dinámica que aúna todo el saber a tan sólo unos pocos clicks. Muchos son los que, sin discriminación alguna aceptan fehacientemente que aquello escrito en la pantalla de su ordenador es realmente aquello que buscan, aquella duda que necesitan que sea resuelta. Y esta postura, puede ser y de hecho lo es, especialmente peligrosa cuando los distintos niveles de distorsión de la información se anteponen directamente a la esencia de tu comunicación, a aquello que tú has dicho, aquello que tú has transmitido.

En múltiples ocasiones escuchamos la manipulación que se da en los medios de comunicación de masas (básicamente televisión, radio y prensa). Un trasfondo de carácter político, pero con objetivos económicos, que más que representar, sobrerrepresenta una realidad mediática acorde con intereses que obedecen a una ideología determinada. Una ideología insertada en el corazón del sistema capitalista que utiliza los mass media como mecanismo mediador de dominación entre las estructuras de poder (amos) y la sociedad (seguidores).

Pero Internet, como mass media, no se mantiene al margen de todo esto. Y no sólo hablo sobre la migración sistemática de las entidades televisivas, radiofónicas… al formato digital para seguir luchando por su hegemonía a través de Internet. Sino de la cantidad, de la gran cantidad, de la grandísima cantidad de información manipulada que en él se inserta. Parece que los aparatos de estandarización integran la columna vertebral de la industria cultural, una industria como mercancía sometida al capitalismo que ejerce la función de crear una sola “pararrealidad”.

Pero la verdad es que, la realidad es un elemento en continuo cambio, una constante interacción de múltiple factores donde intervienen tanto la situación (social, política, económica…) como el contexto histórico. Algunas son las noticias surgidas en estos tiempos en torno a este tema. Así pues, como comunicador, debes conocer profundamente las relaciones, lenguajes y estructuras que hacen funcionar Internet, conocer todas sus herramientas e instrumentos para no dejar que el destinatario de tu comunicación se impregne de otras comunicaciones mediatizadas, sino ¿de qué sirve comunicar sino llegamos a quién queremos llegar?

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